No consentirás pensamientos ni deseos impuros

El pecado se comete dentro del corazón. Muchas veces creemos que por llevar una vida correcta y cristiana, somos libres de pecado, pero los deseos impuros que guardamos en nuestra mente y sólo nosotros conocemos, también son conocidos por Dios. Por esto en su noveno mandamiento nos dice: “No consentirás pensamientos ni deseos impuros”.

¿Qué prohíbe el noveno mandamiento?

El sexto mandamiento, Dios nos dice: “No cometerás actos impuros”, pero como cristianos, no basta sólo con no cometerlos. La idea y el deseo de querer cometerlos, ya son muestra de que existe una impureza habitando en nuestros corazones. Sólo nosotros y Dios somos conscientes de este pecado, que no nos libera de cometer una falta contra la voluntad de Dios.

¿Cómo podemos evitar tener malos pensamientos?

Arrepentirse por los pecados es el primer paso para purificar nuestro corazón. Pero no simplemente arrepentirse por miedo a Dios y a ser condenados. Debemos sentirnos arrepentidos de corazón, y entender la falta por nuestros pensamientos y deseos que son contrarios a los que Dios espera de nosotros.

Cuando somos conscientes de que hemos fallado, Dios en su infinita misericordia nos da la opción de cambiar y serle fiel y obediente. Para evitar los malos pensamientos, debemos dejarnos llenar por el amor infinito de Dios hacia nosotros.

Entender que Dios nos ama y sólo desea lo mejor para nosotros, nos ayudará a dejar esos deseos y pensamientos egoístas, y dedicaremos nuestra mente y alma a alabarlo y agradecerle por las cosas buenas que nos trae a nuestro espíritu para llevarnos a la salvación.